Fruta Madura es un lugar que me recoloca. Mis pensamientos confusos se van diluyendo al entrar en contacto con la Naturaleza, la buena comida en compañía de personas auténticas y los mimos de Belén y de las personas que cuidan este bello lugar. Es un bálsamo para mi espíritu, mi mente y mi cuerpo. Las magníficas vistas con las que cuenta me suelen llevar a la contemplación y a la calma mental. Belén me trasmite mucha confianza y me contagia su positivismo, así como me hace ver que verdaderamente las cosas son más simples. Muchas muchas gracias a Belén y las personas que lo hacen posible por crear este espacio que ayuda a las personas a estar mejor. Me parece que es una labor muy necesaria y hermosa en estos tiempos de prisas y caos. Lo recomiendo.