Yo llegué a furtamadura hace tres años y desde entonces he estado colaborando en el proyecto.
Para mi significó un antes y un después.
Mi rutina diaria consistía en hacer excursiones, reconocimiento de plantas y animales… y a todo ello se añadió un nuevo mundo de paz, amor, trabajo, armonia en fruta madura.
En la finca, cuido de los arboles y la huerta, ayudo en el mantenimiento de la finca, y a veces me ofrezco para acompañar a visitantes a excursiones por el campo, ya que conozco el entorno de Losar y alrededores de maravilla.