Testimonio de Patricia

Fruta Madura es un lugar que me recoloca. Mis pensamientos confusos se van diluyendo al entrar en contacto con la Naturaleza, la buena comida en compañía de personas auténticas y los mimos de Belén y de las personas que cuidan este bello lugar. Es un bálsamo para mi espíritu, mi mente y mi cuerpo. Las magníficas vistas con las que cuenta me suelen llevar a la contemplación y a la calma mental. Belén me trasmite mucha confianza y me contagia su positivismo, así como me hace ver que verdaderamente las cosas son más simples. Muchas muchas gracias a Belén y las personas que lo hacen posible por crear este espacio que ayuda a las personas a estar mejor. Me parece que es una labor muy necesaria y hermosa en estos tiempos de prisas y caos. Lo recomiendo.